¿Qué es un trauma?

¿Has sufrido algún tipo de trauma?

El trauma es aquella experiencia que vive la persona y  que sobrepasa los mecanismos de supervivencia, así como sus facultades para reaccionar ante lo que le sucede. Después de dicha experiencia, para la persona la vida nunca será la misma. Y ante el trauma el cerebro cambia a distintos niveles para reajustarse de manera que el sistema nervioso se pone en estado de alerta para hacer frente al peligro y adaptarse para lidiar con el suceso imprevisto de una parte de la vida. Es un proceso complejo en el cual el cerebro se da cuenta de que el mundo que conocía ha cambiado.

“Hay personas traumatizadas que no son conscientes”

¿Cómo saber si sufres algún trauma?

El trauma va más allá del acontecimiento en sí, deja una huella que condiciona la vida de la persona. Como mecanismo de defensa, las personas que han vivido un trauma se disocian del cuerpo y de sus sensaciones. Y si no sanan los efectos de ese trauma no logran confiar en la vida ni en los demás.

Cuando se ha  sufrido un trauma el cuerpo tiene sensaciones de terror, de angustia desbordante… y para poder lidiar con estas sensaciones las personas  se desconectan de él para intentar no sentir nada a nivel físico. Pero cuando haces esto también bloqueas cualquier sensación de placer. Por tanto, tiendes a sentirte deprimido, pues se ha aprendido a reprimir cualquier sensación que provenga del cuerpo, sea dolorosa o placentera.

La persona con un trauma ve afectada su vida cotidiana en el sentido de cómo se siente. Puede sentirse atemorizada o bien sentir la necesidad de dominar a las personas que tiene a su alrededor. Necesita sentir que tienen el control porque no puede gestionar el hecho de sentirse indefensa ante los demás. Y esto afecta y determina sus relaciones.                                   

Se trata de personas muy ansiosas que tienden a enfadarse y a asustarse con facilidad porque el trauma hace que se sientan  heridas o dañadas con frecuencia por los que están a su alrededor y por lo que sucede. Viven en un estado de híper vigilancia y este estado de alerta constante las confina a un estado de aislamiento.

Este efecto se produce como un mecanismo de defensa para alejar los sentimientos de terror, pero al no conectar con sus sensaciones corporales se sienten muertas por dentro. Es la manera que han encontrado de mantener las emociones bajo control y de sentirse a salvo ante un mundo que las atemoriza. A veces ellas mismas no son conscientes del trauma, pero son personas que tienden a estallar con facilidad porque en su interior se alberga mucho miedo y rabia, emociones que expresan con sus reacciones exageradas creando conflictos relacionales.

Eckhart Tolle lo llama el “cuerpo dolor”. En nuestra infancia cada vez que experimentamos negatividad o dolor, esas emociones  permanecen dentro de nosotros, y si se acumula termina creando a un monstruo, es a lo que el autor le llama “cuerpo dolor”. En algunas personas está activo todo el tiempo y en otras hay ciertas palabras o cosas que despiertan el dolor corporal. Ej.:  Le dices a alguien algo simple y la persona se enfada mucho, incluso se puede volver violento.

Cuestiones que para otros no tienen importancia, a ellas las superan. Por eso lo más problemático del trauma son sus efectos a largo plazo y cómo este está directamente relacionado con estados depresivos y/o de aislamiento

Si el trauma es porque has sufrido abusos y las personas que te hicieron daño son las personas con las cuales tienes un vínculo, de las cuales depende tu seguridad y estabilidad, entonces el trauma y su impacto tiene un profundo efecto a múltiples niveles, tanto en la forma en la que pueden asumir la intimidad como en la relación que acaban desarrollando con las personas que tienen poder y su forma de asumir la vida. Aunque cada persona pueda tener una respuesta, en todas ellas el abuso hace mella y tiene un profundo efecto afectando su estabilidad y la forma en la que enfrentan las situaciones de peligro.

Para revertir esta situación las víctimas de traumas no pueden recuperarse hasta que se familiarizan y aceptan las sensaciones de su cuerpo. Porque tienen los sentidos amortiguados y por tanto dejan de estar completamente vivos. Cuando tenemos los sentidos amortiguados, dejamos de sentirnos totalmente vivos

La buena noticia es que tiene solución, solo es cuestión de tomar la decisión de coger las riendas de tu vida.

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