En este punto empecé a comprender quién realmente era yo. Una pregunta existencial, que muchos, en algún momento nos hemos hecho.
Estudiando la parte biológica me di cuenta que lo que nos impedía ver al ser humano completo, es la programación inconsciente que llevamos, programación que cargamos de nuestros antepasados, de los padres, de nuestra vida en el útero de mamá y la infancia donde se va construyendo la personalidad. Cuando somos adultos nos enfrentamos al mundo con ese paquete de información que nos hace ir en piloto automático, creyendo que hacemos lo que queremos y que tenemos libertad de decisión.
Estamos viviendo un gran cambio Planetario estamos yendo desde el miedo al amor desde la tristeza a la alegría estamos aprendiendo a saber quiénes somos, a recordar quiénes somos e ir derribando esos muros que se construyeron en nuestra personalidad y que nos atrapan en un velo de ilusión.
Somos seres únicos, maravillosos que traemos dones y talentos únicos. Quizá no los podamos ver debido la programación que traemos, incluyendo las creencias limitantes.